jueves, 17 de abril de 2014

Amor Veneris

Aumentan mis suspiros,
pues en cada apretón
siento, en el Amor Veneris,
cómo la espiral fantasma
desafía al candente fuego.
¿Es él Mateo Colón
desenterrando el extracto de mis entrañas
para empapar, de dulce sal,
la naturaleza de su investigación?

La tarima sobre la que flotamos
se convierte en error,
en una cama de poros abiertos.
Y yo, tozuda y caprichosa,
ando en la inocencia de quien pregunta:
¿Qué haces aquí?
¿A quién viniste a remediar?
¿Por qué soy presa de tu anatomía?
No hay respuesta a cuestiones
tan elementales, tan metafísicas.

Caigo en la sensualidad de sus dedos,
cual mosca en seda de araña.
Y un enajenado grito se apodera de la sinrazón:
¡Baja a estudiar tu tesis!,
pero no dictes
cuál es mi mal de dependencia.


2 comentarios:

  1. Bienvenida a Blogger, querida...

    Tenía muchas ganas de leerte por aquí.

    Muy fan de ti y de todo tu arte.

    Confío que nuestros caminos sigan tropezando.

    Un abrazo *

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! Me ha costado dar este paso, pero al final me he animado a mojarme los pies. Espero que no haya tiburones en esta charca.
      Un beso.

      Eliminar